viernes, 26 de junio de 2020

DISCRIMINACIÓN: CONSECUENCIA DE LA INTOLERANCIA

DISCRIMINACIÓN: UN MAL DE LA HUMANIDAD


 

La intolerancia es el acto de no soportar a la otra persona por considerarnos que somos superiores a ellas y por lo tanto las demás personas no tienen ninguna virtud o característica positiva digna de ser reconocida. Son consideradas que aportar como personas que no tienen nada que aportar al mundo e inclusive, como personas que  deberían desaparecer .  La intolerancia ha traído en el mundo infinidad de situaciones conflictivas, empezando por la familia, donde muchas veces no toleramos a las personas con las que convivimos, generándose así una serie de problemas, conflictos o contradicciones,  que en caso de no resolverse pronto, pueden desencadenar peleas y hasta la muerte. Como resultado de la intolerancia, pueden surgir la violencia, el alcoholismo, la depresión, el suicidio, la tristeza y cualquier otra situación o sentimiento que vaya en detrimento del ser humano.  La consecuencia directa de la intolerancia es la discriminación.

En este sentido se puede definir como discriminación el repudio, repulsión, el tratar mal a las otras personas,  de forma desigual, disminuyéndola en todos los aspectos y considerándolas prácticamente como un animal, sin derechos o simplemente como los últimos seres del planeta, que no merecen vivir, disfrutar o tener bienestar. Es decir, es el rechazo, el trato desigual en no permitir que las otras personas que son diferentes a nosotros tengan los mismos derechos y los mismos privilegios. Se considera a la otra persona indigna de ocupar determinado cargo, hacer una determinada actividad, tener cierto beneficio, insertarse dentro de la sociedad libre y sanamente.  A lo largo de la historia de la humanidad esta situación lo que ha traído son atrasos y conflictos.

CUÁLES PUEDEN SER LAS RAZONES DE LA   DISCRIMINACIÓN:

  •  Posibles miedos ocultos y pensar que una otra persona  es superior a  nosotros. Que nos puede destruir o hacer daño, por lo cual es mejor relegarla en la sociedad.
  •   Razones políticas: por tener diferentes ideales y pensar cada uno, que los que tienen son los mejores.  
  •  Por el sexo. Considerándose generalmente a las mujeres como el sexo débil o con menos derechos.
  •   Por la raza o color de la piel. El racismo ha sido el motor que ha producido enfrentamientos y muertes en países desarrollados o países del tercer mundo, con menor incidencia en América Latina.
  •   Por la edad. El pensar de las persona mayores no valen, no apartan a la sociedad, son innecesarias o un estorbo.
  •  Por el empleo que  desarrollan algunas personas. Se considera indigno a personas que trabajan como domésticas,  en aseo o limpieza de las calles, limpieza de baños en lugares públicos como centros comerciales, vendedores ambulantes, prostitutas, recicladores de desechos, vigilantes o porteros, etc.
  •  Por diferencias religiosas: competencia y defensa de las doctrinas asumidas como las verdaderas. 
  •   Favoritismo en la familia, por parte de parte de mamá o de papá, hacia uno de los hijos, o favoritismos por cualquier otro miembro de la familia, lo cual genera celos y deseos de destruir o disminuir a quien se considera una competencia.
  • Por las preferencias sexuales. Se crean estigmas hacia quienes no son heterosexuales.
  •   Diferencias por la condición económica.  Mientras más pobres somos, peor nos tratan, sin considerar la riqueza interna que cada persona tiene.
  •   Por valores culturales. Pensar que una cultura es superior a otra y se impide la oportunidad de interactuar para lograr una integración.
  •   Por la región geográfica donde habitamos. Las personas que viven en la periferia de las ciudades, en pueblos o provincias, muchas veces son desvalorizadas por quienes viven en grandes ciudades.
  • Dentro del colegio, posiblemente por sobresalir,  generamos rechazo o por el contrario, por presentan retardos en el aprendizaje.
  •   Por condiciones de salud o ciertas características que nos diferencian de otros (falta de una de las extremidades, ceguera, dificultades auditivas, retardo mental, etc.)

COMO COMBATIR LA DISCRIMINACIÓN:

En  la mayoría de los países del mundo, se han creado infinidad de leyes para prevenir o para combatir la discriminación.  Lamentablemente  esas leyes quedan siempre en el papel, en los libros o archivos. Pero la realidad en la calle o instituciones es otra.  En este sentido y debido a la imperante necesidad de mejorar el comportamiento social, surgen las siguientes propuestas:

  • 1.       Implementar  un plan  educativo de concientización  que comience primero con los docentes. Esto con la finalidad de  que  comiencen a internalizar y a entender que la intolerancia,  la discriminación,  no traen beneficios. Recordando que una gran cantidad de docentes del mundo: no discriminan a otras personas, lo cual es una gran ventaja en la búsqueda de soluciones a esta situación mundial. ademas, considerando que los docentes pueden llegar a la mayoría de la población mundial.
  • 2.        Una vez sensibilizados los maestros, evaluar lo que piensan los niños. De esta manera, se podrá identificar la educación y los valores que se les inculcan en el hogar. Considerando que el hogar es el sitio por excelencia de la primera socialización y de donde parte la primera educación. El hogar es nuestra primera escuela y lo que aprendemos durante los primeros años de vida, quedan grabados en nuestros cerebros como si fueran nuestras leyes.  Sin embargo  cuando perseveramos en algunas  enseñanza inculcadas a los niños, posiblemente los hijos de padres discriminatorios, no presentaran muchos cambios, pero seguramente, la segunda o tercera generación que comienza a ser capacitada podrá cambiar su forma de actuar
  • 3.       Al concientizar a niños y adolescentes, es necesario paralelamente concientizar a los padres de familia. Indudablemente el cambio de actitud  no se va a realizar inmediatamente, porque hay personas que mantienen una posición y  forma de pensar radical, son  mentes reacias al cambio,  pero sabemos también que paulatinamente con la perseverancia y pasar del tiempo, puede ocurrir ese cambio de conducta de los papas y por ende en la sociedad.
  • 4.        Involucrar a las diferentes iglesias en la educación para la toma de conciencia y valoración real del ser humano dentro de la sociedad, con principios e igualdad y valoración de las virtudes y potencialidades que cada persona tiene.


En manos de cada ser humano, está la posibilidad de crear un nuevo mundo de justicia, paz y bienestar.   Pero sí de generación en generación los padres de familia comienzan a transmitirle eso mensaje negativo a sus hijos y nunca cambian el discurso, nunca se producirá el cambio social anhelado por millones de personas.




Finalmente quisiera resaltar algunos ejemplos de personas que han cambiado la historia y echado abajo algunos patrones de conducta social infundados:

ü  Luther King que siendo de piel oscura logró grandes adelantos en su lucha contra el racismo. Su color de piel no fue impedimento para convertirse en un líder o producir grandes pensamientos de unidad y fraternidad. Logró que se aprobara  la Ley de Derechos Civiles en 1964. Además recibió el premio nobel de la paz en su lucha por la igualdad y no violencia.

ü  El presidente Obama, en Estados Unidos, también de piel oscura logró adelantos significativos para una gran cantidad de personas, al poner en marcha programas de generación de empleos  y  dinamismo de la economía estadounidense. Igualmente logró  la reapertura  de las relaciones con Cuba, en la búsqueda de mejoras diplomáticas y económicas que indudablemente beneficiaron a los habitantes de Cuba.

ü  El papa Francisco, hombre del llamado tercer mundo. Principal autoridad de la iglesia católica.  Su elección como papa, ha demostrado que América Latina, a pesar de ser considerada  como un grupo de países en desventaja, con supuesta pobreza y muchas veces marginada, tiene potencial humano suficiente como para llegar a las personas a nivel global.

De personajes sobresalientes, a nivel mundial, se pudieran mencionar miles, pero  serían necesarias cientos de páginas. Lo importante es que podamos comprender que el color de la pie, el lugar de procedencia, el sexo, la religión, la edad, condición física, la política, etc. No son determinantes para valorar a cada persona. Cada ser humano es único y siempre tiene algo que aportar a la sociedad. 


lunes, 1 de junio de 2020

Cambios en las personas y sus hábitos familiares por el coronavirus

En la época moderna en la que vivimos, gran cantidad de la población mundial se  ha acostumbrado al estrés, angustia, ansiedad, falta de tiempo y muchas ocupaciones, que debido a la presión y a la rutina, se realizaban con la utilización al máximo del tiempo durante el día e inclusive durante horas nocturnas, fines de semana y hasta días feriados. Esto  generó una separación entre los miembros de la familia. Cada uno ocupado en resolver sus tareas (laborales o académicas) descuidando no solo a su propio grupo familiar, sino también, su propia persona, en relación a la sana alimentación o  ratos para cultivar la salud física y mental.


La rutina diaria, impedía que dentro del hogar, las personas dispusieran de escasos minutos para dialogar y manifestar las situaciones que le producían malestar o por el contrario, un estado placentero consigo mismo y el entorno familiar. Aspectos importantes como conversar, el compartir una comida, una taza de café o té; practicar algún juego o rato de esparcimiento como ir al cine, a una iglesia, paseos; el simplemente mirarse a los ojos o  darse un abrazo “sin apuros”, quedo en un segundo y casi inexistente plano. Esto puede interpretarse fácilmente como un divorcio entre los miembros del grupo familiar. Podemos decir entonces que se sustituyó a la familia por el trabajo, estudio, tecnología  u otros aspectos que les interesaran más a las personas, que su propio bienestar interno. En muchísimas ocasiones esto se realizó de manera inconsciente y los miembros del hogar, se convirtieron en casi desconocidos.


Con la llegada de la pandemia por el coronavirus, repentina y forzadamente se decretó en muchos países el aislamiento obligatorio para poder disminuir el número de contagios y preservar la salud de todos, considerando el hecho de la velocidad en la que surgió y propagó la enfermedad;  además de la inexistencia de tratamientos o equipos necesarios para combatirla. Es así como la familia, que nunca o pocas veces tenía tiempo suficiente para hablar o compartir, se vio encerrada dentro del hogar, con limitaciones para salir pero con oportunidades para “recuperar” los momentos y espacios que  había perdido o tal vez para comenzar a compartir por primera vez lo que realmente nuca habían compartido. Sin embargo  en algunos casos, las cosas no se han dado de la manera adecuada. El confinamiento trajo algunos efectos negativos para la familia:

v  Estados de depresión: la ruptura repentina  en la relación con personas y ambiente exterior, generó en muchas personas estados de desánimo y sensación del final de sus vidas.

v  Angustia por el futuro incierto. La creciente preocupación o sensación de que “ya nada será igual”.

v  Fatalismo por pensar que no existirá superación a la pandemia

v  Estados de negación: el no aceptar la realidad y preferir viviendo y pensando que nada sucede, a pesar de la sobrecarga de información en la que se manifiesta la crítica situación y número de infectados y fallecidos. Sentir que la pandemia solo le afecta a otros y a muchos kilómetros de distancia.

v  Violencia intrafamiliar: (como por ejemplo: feminicidio, maltrato a niños y a ancianos)sentir que no soportamos a la persona con la que compartimos espacios o vivienda. Reaccionar agresivamente en señal de defensa ante la realidad mundial, sin recordar que las personas con las que estamos, no tienen la culpa de lo sucedido.

v  Sentir que no conocemos a los miembros del hogar. Al compartir mucho tiempo con alguien, observamos características que nos desagradan y que antes del confinamiento, no habíamos notado. Se produce una sensación de que “vivimos con desconocidos”

v  Temor a salir de casa y perder la protección y calor del hogar. Después de mucho tiempo de encierro, algunas personas, tienen sensación de protección y seguridad dentro  de las cuatro paredes donde han vivido y sienten temor a enfrentar el mundo exterior, considerando que al salir a la calle, serán contagiados y por lo tanto, es mejor permanecer “siempre” en la casa.

 

Ante el cambio repentino de la rutina en las personas y por ende, en las familias, se pueden dar las siguientes sugerencias:

 

ü  Hacer un esfuerzo por reconocer  a los miembros de la familia como seres únicos y regalos de la vida, que nos hacen falta porque “solos”, seriamos presa fácil de la depresión y desolación.

ü  Conversar sobre temas agradables que se han mencionado poco: cumpleaños, navidad, anécdotas.

ü  Mencionar a miembros de la familia como abuelos, tíos y cualquier otro familiar antepasado, para conocer las “raíces” de la familia. A que se dedicaban, quienes más integran la familia, a pesar de vivir en otros lugares, que recordamos de ellos, etc.

ü  Jugar, haciendo uso de la imaginación. Existen infinidad de juegos que se pueden realizar dentro de la casa, y así involucrar al resto de la familia, disfrutando de ratos amenos.

ü  Escuchar las anécdotas que nunca habíamos escuchado, las situaciones tristes, alegres, dudas, problemas que han vivido las personas con las que convivimos.

ü  Pronuncias palabras optimistas, de esperanza, motivadoras. Esto puede mejorar nuestro ánimo y por consiguiente, nuestro sistema inmunológico.

ü  Cuando el compartir tanto tiempo con las mismas personas, cambien nuestro ánimo y no tengamos deseo de hablar, entonces es propicio leer un libro que tengamos a nuestro alcance

ü  Realizar actividades como limpieza, organizar la casa o habitación. Desechar lo que no sirve. Tratar de embellecer al máximo el hogar, lo  poco o mucho que tengamos a nuestro alcance.

ü  Hacer hincapié en que  esta oportunidad del confinamiento(a pesar de las razones que la obligaron), es temporal, casi mundial y prácticamente un regalo para estar juntos (cuidamos nuestras vidas y conocemos más a la familia).

ü  Aceptar que pesar de las limitaciones  (económicas en muchísimos casos), el hecho de tener a los miembros  la familia a nuestro lado, otorga fuerzas para continuar en la vida.

ü  Cocinar  o cualquier otra actividad donde se involucre a todos en la casa. Recordemos que cada tarea asignada es importante para que todos se sientan útiles.



 

En resumen, es tiempo para vivir, reír, hablar, conocer a la familia, Tiempo de abandonar viejos hábitos o costumbres. Es tiempo de planificar, proyectar en positivo. Es tiempo de comenzar un nuevo estilo de vida.